¡No es un juego de mesa para bueyes!
Tienes diez cartas para jugar, de manera inteligente, en una de las cuatro filas. Pero, atención, en cada fila sólo caben cinco cartas. Así que, si colocas la sexta carta de una fila, tendrás que coger las cinco que haya, con todos sus bueyes.
Empieza la emoción: todos a pensar, a la vez, qué carta poner sobre la mesa, se descubren al mismo tiempo y... ¿has elegido la carta más baja de todas? ¡Qué suerte tienes! Muy bien, colócala junto a la carta que está sobre la mesa más baja y que sea más cercana a la tuya. Si eres el último en participar, mal vas porque puede pasar que tu carta sea la sexta de una fila, y todas las de la fila te las llevas. Sé listo e intenta que sea la que menos bueyes tenga porque ya sabes en qué consiste ganar... lo tienes claro, ¿verdad? Cuidado, quizás el caos te lleve a equivocación.
El objeto del juego es obtener el menor número de puntos posible. Cada buey en las cartas cuenta como un punto negativo. El vencedor será el jugador con el número más pequeño de bueyes.